A medida que las regulaciones de PSD2 remodelaban el paisaje financiero europeo, Raiffeisen Bank International vio una oportunidad única para la región. En muchos mercados de Europa del Este, la alfabetización financiera sigue siendo un desafío. El objetivo era crear un producto que no solo cerrara esa brecha, sino que también se sintiera adaptado a las necesidades diarias de una audiencia regional, intuitivo, confiable y preparado para el futuro.

Lideré el diseño para la corriente de Pagos, trabajando con un pequeño equipo híbrido que incluía 1 diseñador junior, 2 desarrolladores front-end y 2 desarrolladores back-end. Colaboré con el analista de negocios líder y las partes interesadas clave para asegurar que la solución estuviera alineada de cerca con las necesidades del usuario y las prioridades comerciales.

Para entregar valor de manera rápida e iterativa, adoptamos prácticas de diseño de productos ágiles, como co-crear wireframes con las partes interesadas, validar flujos tempranos con testers internos y alinear la viabilidad técnica en sesiones de refinamiento semanales. También construimos y refinamos hipótesis directamente a partir de insights de comportamiento y simplificamos flujos complejos en torno a la gestión de múltiples cuentas para apoyar los hábitos financieros de la región con más confianza.